«Cuando se acerca el mediodía, las sombras són todavía bordes negros, marcados, en el flujo de las cosas y están dispuestas a retirarsede improviso a su armazón, a su misterio.Entonces es que ha llegado en su plenitud concentrada, acurrucada, la hora de Zaratustra, del pensador en el mediodía de la vida, en el jardín estival. Ya que, como el sol en lo más alto de su curso, el conocimiento da de las cosas el más riguroso contorno». Walter Benjamin